Esa voz que llama desde el centro de nuestro ser
Ese anhelo, esa nostalgia que hay en el alma del hombre es la prueba más categórica de la realidad de Aquel que existe, Dios. Si no existiera, si hubiera un vacío en el espacio, en el universo, nadie experimentaría esa imperante sed.
Puede que el hombre disponga de riquezas y rangos, puede que tenga todo lo material a su alcance, pero que aún siga insatisfecho.
Y es que, en lo profundo de su ser, oye que una voz le dice: “¿En dónde estás? ¿En dónde estás?”. Sí, una voz secreta y misteriosa se dirige al hombre, Su creación. Se trata de una voz que del corazón sube hasta la razón y le hace preguntarse: “¿Quién soy? ¿En dónde estoy? ¿A quién le pertenezco? ¿Por qué no tengo paz? ¿Por qué no me siento agradecido por lo que tengo? ¿Por qué no me siento feliz a pesar de tener tantos bienes, tantos ropajes caros? ¿Por qué quiero más y más bellas cosas? ¡Aunque siempre obtengo todo lo que quiero en este mundo, no me siento feliz! ¡Quiero otra cosa, porque siempre estoy descontento, sediento, anhelando permanentemente algo que parece no existir!”.
Ese anhelo, esa nostalgia que hay en el alma del hombre es la prueba más categórica de la realidad de Aquel que existe, Dios. Si no existiera, si hubiera un vacío en el espacio, en el universo, nadie experimentaría esa imperante sed.
(Traducido de: Arhiepiscopul Iustinian Chira, Convorbiri în amurg, Editura Dacia, Cluj-Napoca, 2006, p. 27)