«Me preguntas también si estás en el camino correcto hacia el objetivo propuesto. Nuestro objetivo debe ser: “Buscad primero el Reino de Dios y Su justicia” (Mateo 6, 33), es decir, el cumplimiento de los mandatos divinos, que nos purifica de pecados y nos concede la paz y la esperanza de salvación, desde el inefable amor de Dios, y no desde nuestras acciones, porque, aunque cumpliéramos con todo lo que se nos ha mandado, tendríamos que considerarnos siervos indignos (v. Lucas 17, 10).

Y mientras sigamos conviviendo con nuestras pasiones, tendremos que esforzarnos en arrancar de nuestro corazón esa maleza. Con todo, no es bueno esperar alcanzar en poco tiempo la pureza y la serenidad; para llegar a esto se necesita de tiempo, trabajo y también el auxilio de Dios. Todo lo que se obtiene rápidamente, rápidamente se disipa. Luego, no caigas en la dejadez y no te perturbes, sino que confíate a la voluntad de Dios».

(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Sfaturi pentru mireni, Editura Sophia, București, 2011, p. 30)