¡Estemos atentos a las tentaciones que nos envía el maligno!
Esmérate en ser, en la medida de tus posibilidades, más humilde y más valiente, y la tentación diabólica no se atreverá a acercarse a tu alma.
Es importante que conozcas la siguiente estratagema de los demonios:
A veces se separan (en grupos). Unos vienen a tentarte con algo. Y cuando tú buscas ayuda, aparecen otros con el aspecto de ángeles y ahuyentan a los primeros, para hacerte creer que se trata de ángeles verdaderos (y así envanecerte, creyendo que eres digno de verlos).
Esmérate en ser, en la medida de tus posibilidades, más humilde y más valiente, y la tentación diabólica no se atreverá a acercarse a tu alma y su látigo no tocará tu cuerpo. “Pues Él ordenó a Sus santos ángeles que te guardaran en todos tus caminos” (Salmos 90, 11); y ellos (los ángeles) apartarán, de forma invisible, todo aquello que pudiera dañarte.
(Traducido de: Sfântul Cuvios Nil Pustnicul, Despre rugăciune și trezvie în învățăturile Sfinților Părinți, Editura Egumenița, pp. 234-235)