Esto es caminar con Cristo
No hay otro camino, sino seguir los pasos del Señor. También el ladrón crucificado a Su diestra conoció a Dios y lo siguió con toda el alma.
Frente a los hombres hay dos caminos. Frente a nosotros está la Cruz del Señor, poderosa y vivificadora. El Señor dijo: “El que quiera seguirme, que cargue con su cruz y me siga”. ¿Hacia dónde? Al comienzo, a participar del sufrimiento, tal como Cristo Mismo sufrió, y después, hacia el Reino Celestial, allí donde Él tiene Su Trono.
No hay otro camino, sino seguir los pasos del Señor. También el ladrón crucificado a Su diestra conoció a Dios y lo siguió con toda el alma. Desde luego, no podía transformarse milagrosamente, porque tal cosa no era necesaria, sino que siguió al Señor con su alma. Reconoció a Dios en el Señor, Quien se hizo humilde por la salvación de los hombres, y también él se hizo humilde, admitiendo sus pecados. Así, ese mismo día, junto con Cristo, entró al Paraíso.
(Traducido de: Sfântul Ioan Maximovici, Predici și îndrumări duhovnicești, Editura Sophia, București, 2001, p. 79)