¡Fortalezcamos el verdadero amor entre nosotros!
Luego de hablar de las virtudes que debe practicar el cristiano, el Apóstol dijo que nos enseñaría la más excelsa de todas. ¿Cuál? El amor. ¡Qué cosa tan sublime!
Si no nos esforzamos en pedirle a nuestro Buen Dios, con toda humildad, que nos ilumine la mente y fortalezca el verdadero amor entre nosotros, terminaremos cayendo. Si cada uno quiere hacer su propia voluntad, no llegaremos a ninguna parte. Las tentaciones son muchas, y si buscamos hacer sólo nuestra voluntad, estaremos perdidos. Una, dos, tres, cien veces quizás no nos afecte, pero si no nos esforzamos en pedirle humildemente a Dios Su auxilio para enmendarnos, mal estaremos. Dediquémonos, pues, a cultivar el amor entre nosotros, porque si no tenemos amor...
¿Qué significa tener amor? El amor cubre miles de pecados. ¡Qué fácil es tener amor, pero cuánto nos lo esconde el demonio! Recordemos siempre las nítidas palabras del Santo Apóstol Pablo: “Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, —el saber más elevado—, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy”. Pero no sólo eso: “Aunque reparta todos mis bienes entre los pobres y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve”. ¡Qué importante es el amor! Por eso fue que el mismo Apóstol dijo: “os enseñaré un camino más excelso”. Luego de hablar de las virtudes que debe practicar el cristiano, dijo que nos enseñaría la más excelsa de todas. ¿Cuál? El amor. ¡Qué cosa tan sublime! ¿Han visto qué fácil es salvarse? Pero resulta que todos creemos que amar es lo más difícil, y nos volvemos obedientes al maligno.
(Traducido de: Stareţul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura Prodromos, 2009, pp. 24-25)