¿Hablas solo por hablar?
Conversar sobre cosas espirituales es de gran ayuda para el alma, especialmente entre aquellos que comparten los mismos sentimientos y las mismas esperanzas.
Evita a toda costa el bullicio de la multitud, porque es muy pernicioso detenerte a hablar de las cosas del mundo, aunque tus intenciones sean buenas. Si, con todo, sientes que debes hablar, hazlo solamente de cosas edificantes.
Conversar sobre cosas espirituales es de gran ayuda para el alma, especialmente entre aquellos que comparten los mismos sentimientos y las mismas esperanzas. Está escrito que todos rendiremos cuentas, en el Día del Juicio, por cada palabra insustancial que hayamos pronunciado.
(Traducido de: Ieromonahul Arsenie Boca, Cararea Împărăției, Editura Charisma, Deva, 2006, p. 17)