Palabras de espiritualidad

¡Hablemos con Dios, en oración!

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Por medio de la oración hecha en Espíritu y en verdad, es que podemos hablar con Dios. De esta forma hablaron con Él los justos, los santos, los profetas, los patriarcas, los reyes del Viejo Testamento, el mismo Redentor junto a sus santos Apóstoles y sus sucesores en el Nuevo Testamento; así, hasta el día de hoy y mientras exista este mundo.

La oración es un poderoso vínculo entre el hombre y Dios.

Ella es un gran don que Dios le ha otorgado al hombre. La oración es la cabeza de toda bondad, un gran beneficio espiritual y físico, es protección en contra de todo mal, escalera hacia el Reino de Dios, es el camino hacia la vida, la felicidad en esta vida y en la eterna. La oración hecha en Espíritu y en verdad toma alas y eleva nuestra alma tan alto, que llega hasta Dios y la une con Él. Con la oración le pedimos a Dios el perdón de nuestros pecados, piedad, paz y gracia, sabiendo que sin Su ayuda no podríamos hacer nada (Juan 15, 1-5). Por medio de la oración hecha en Espíritu y en verdad, es que podemos hablar con Dios. De esta forma hablaron con Él los justos, los santos, los profetas, los patriarcas, los reyes del Viejo Testamento, el mismo Redentor junto a sus santos Apóstoles y sus sucesores en el Nuevo Testamento; así, hasta el día de hoy y mientras exista este mundo.

(Traducido de: Protosinghel Nicodim Măndiță, Învățături despre rugăciune, Editura Agapis, București, 2008, p. 11)