Palabras de espiritualidad

Hagas lo que hagas, no sueltes esa fe que te mantiene vivo

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Es cierto que debemos hacer frente a muchísimos problemas; con todo, no debemos soltarnos de esa cuerda que nos une al Cielo. Si la soltamos, caeremos en la nada, en el pecado, en el mismísimo infierno. ¡Debemos aferrarnos bien, pase lo que pase, sin importar lo fuertes que sean los vientos! ¡Aferrémonos como podamos, pero no nos dejemos caer!

Un Santo Padre decía, en los antiguos apotegmas: “¡Un día puede suceder que alcances la altura divina!”. ¡Tan importante es, luego, un simple día!

Entonces, debemos estar permanentemente atentos a nuestra salvación. Insisto, este es un propósito principal e inmutable que nunca debemos olvidar: ¡se trata de nuestra propia salvación! Por eso es que debemos huir de los hábitos perjudiciales y la rutina. Todo en nuestra vida debe brotar de la misma parte de nuestro ser, el corazón.

Es cierto que debemos hacer frente a muchísimos problemas; con todo, no debemos soltarnos de esa cuerda que nos une al Cielo. Si la soltamos, caeremos en la nada, en el pecado, en el mismísimo infierno. ¡Debemos aferrarnos bien, pase lo que pase, sin importar lo fuertes que sean los vientos! ¡Aferrémonos como podamos, pero no nos dejemos caer!

No crean que Dios no entiende el momento que atravesamos. ¡Desde luego que nos entiende!

(Traducido de: Ne vorbește Părintele Arsenie, ediția a II-a, volumul III, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, pp. 114-115)

 

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