Palabras de espiritualidad

Hay algo que no puede ser postergado

  • Foto: Bogdan Zamfirescu

    Foto: Bogdan Zamfirescu

Translation and adaptation:

Desde que fuiste bautizado se te ordenó librar una guerra invisible contra los enemigos del alma; así pues, ¡ponte manos a la obra!

No importa cuán bajo hayas caído y de qué manera estés atado a las cosas del mundo, que nunca es demasiado tarde. No en vano está escrito que Abraham tenía setenta y cinco años cuando partió y que el obrero que empezó a la hora undécima recibió el mismo pago que el que estaba desde la primera hora. ¡Tampoco es demasiado temprano! “Nunca es demasiado temprano para extinguir el bosque en llamas”. ¿O quieres que tu alma sea consumida por el fuego?

Desde que fuiste bautizado se te ordenó librar una guerra invisible contra los enemigos del alma; así pues, ¡ponte manos a la obra! Ya has descansado lo suficiente; abandonado a la indolencia y la pereza, has dilapidado un tiempo precioso. Examínate, hermano, y comprobarás cómo has dejado que se ensucie y se enturbie la pureza recibida en el Bautismo.

Entonces, ¡despiértate, entra en acción! No hay más tiempo para la desidia. No postergues para más tarde o para mañana, “cuando termines lo que estás haciendo ahora”. Ese aplazamiento puede llevarte a la perdición.

(Traducido de: Tito CollianderCalea Asceților, tradusă de părintele Dan Bădulescu, Editura Scara, București, 2002, p. 6)