Hay que distinguir entre aquellos que no conocen a Cristo y quienes lo rechazan
Dios les puede revelar la verdad a aquellos que jamás han tenido la oportunidad de escucharla, es decir, esos que no han rechazado el Evangelio, sino que simplemente no lo conocen.
¿Las personas que no han oído de Cristo no tienen acceso a la verdad?
—¿Los que jamás han oído nada de Cristo? A Dios le corresponde juzgarlos. En el Antiguo Testamento la gente tampoco había oído nada de Cristo, pero Él vino y les predicó en el infierno. El mismo San Juan el Bautista llegó antes que Cristo al infierno y, como creemos nosotros, allí anunció que Cristo vendría para liberar a todos los que así lo quisieran, a quienes desearan creer en Él.
Así, Dios les puede revelar la verdad a aquellos que jamás han tenido la oportunidad de escucharla, es decir, esos que no han rechazado el Evangelio, sino que simplemente no lo conocen. Pero, una vez aceptamos la revelación, nuestra responsabilidad es distinta, es más grande. Una persona que acepta la revelación de Dios-Encarnado y después no vive en conformidad con ella se halla en una situación peor que la de cualquier “sacerdote” pagano o alguien semejante.
(Traducido de: Serafim Rose, Descoperirea lui Dumnezeu în inima omului, Editura Sofia, pp. 60-61)