Palabras de espiritualidad

La amorosa protección de nuestra Madre

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

La Madre del Señor, quien es una Buena Madre, cuida y protege incluso a sus hijos más insensatos.

Padre, díganos algo sobre la protección de la Madre del Señor.

 —Voy a contarles algo que sucedió en Rusia. En una lejana región de aquel país, había dos monasterios vecinos, separados únicamente por la línea del ferrocarril. Un día, con ocasión de la fiesta patronal de uno de los monasterios, vino un grupo de monjes del otro cenobio, quienes empezaron a beber copiosamente hasta embriagarse por completo.

Al querer regresar a su monasterio, los monjes ebrios sintieron sueño. Así, decidieron tenderse un poco a conversar y dormitar, justo sobre la línea férrea. Debido a su estado de ebriedad, casi inmediatamente se quedaron dormidos en ese mismo lugar. En ese momento, la Madre del Señor se le apareció al jefe de la estación de tren, y le dijo: “¡El tren va a matar a mis animalitos!”. “¿Qué significa esto?”, se preguntó el hombre. “¿A qué animalitos va a matar el tren?”. Entonces, la Santísima Virgen se le apareció una vez más y le dijo: “¡El tren va a matar a mis animalitos!”.

“¿Cuáles animalitos?”, seguía preguntándose el hombre. Creía que se trataba de una manada o un rebaño de animalitos deambulando sobre la línea del tren. Entonces, decidió ver por sí mismo qué era lo que le había anunciado la Virgen. Después de caminar algunas decenas de metros, encontró al grupo de monjes durmiendo y los despertó inmediatamente, advirtiéndoles del peligro inminente al que se habían expuesto.

Como podemos ver, hermanos, la Madre del Señor, quien es una Buena Madre, cuida y protege incluso a sus hijos más insensatos.

(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovniceşti. Vol. VI. Despre rugăciune, Editura Evanghelismos, București, 2013, pp. 87-88)