Palabras de espiritualidad

La certeza de lo que no se ve

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

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La senda de la fe es la más corta y la más directa, la más encomiada y la más bendecida, porque es la que lleva a Dios.

¿Qué es la fe? Existen muchas definiciones para explicar lo que es la fe, pero, en pocas palabras, se puede decir que la fe verdadera es una certidumbre, “la certeza de la existencia de Dios como realidad personal suprema… y de lo que Él nos comunica por medio de la revelación” (Dumitru Stăniloae). Según otra definición, igual de acertada, “la fe es la confianza natural del hombre en el amor paternal de Dios (Pestalozzi). El que cree, confía en Dios, como lo haría un alumno con su maestro, o un niño con su padre. La fe no busca, sino que ve a Dios; lo experimenta y se goza en Él como su más grande tesoro. En la fe nos encontramos con Dios y vivimos en Él. La retribución inmediata de tal experiencia es una alegría santa, religiosa; es el júbilo del anhelo hecho realidad, el regocijo que sentimos al ver a alguien amado, la inenarrable felicidad del encuentro místico con Dios. Esta experiencia nos da la certeza de la existencia personal de Dios, una certeza que es más segura y más fuerte que todas las pruebas posibles, más que todas las evidencias y los argumentos que la razón lógica podría presentar para fundamentar la verdad de la existencia de Dios.

La senda de la fe es la más corta y la más directa, la más encomiada y la más bendecida, porque es la que lleva a Dios. La mayoría de personas se encuentra con Dios por medio de la fe y su práctica.

(Traducido de: Ilarion V. FeleaReligia iubirii, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2009, pp. 153-154)