Palabras de espiritualidad

La comunicación y el romanticismo en el matrimonio

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Conquistar el corazón del otro y llegar al matrimonio es mucho más fácil que conservar los sentimientos de amor y atracción recíproca a lo largo del tiempo.

Es algo muy sano que no sólo la actividad profesional del esposo despierte la atención y el apoyo de su esposa, sino también sus intereses propios. Esto ayuda mucho a desarrollar la comunicación entre ambos cónyuges, porque cualquier persona gusta de hablar de las cosas que le interesan y que le atraen especialmente.

Por supuesto que no solamente la esposa, sino también el esposo debe interesarse por la vida, el trabajo y las aficiones de su otra mitad, aunque existan, como sabemos, intereses y temas puramente masculios, y otros puramente femeninos, cuya discusión no necesariamente es interesante para ambos. Es difícil imaginarse, por ejemplo, a un esposo conversando con su esposa sobre la nueva moda en el diseño de las blusas, o de técnicas de ganchillo, o a una esposa interesada en la estructura del motor de una motocicleta, aunque nunca se sabe...

A menudo, un hobby es la mejor forma que tiene el hombre de relajarse de las preocupaciones diarias, apartar el cansancio y el estrés, y estar un tiempo solo. En consecuencia, la mujer no debe insistir mucho si ve que su marido no quiere compartirle alguno de sus pasatiempos. Aún sin constituir una intrusión en su “espacio personal”, las charlas sobre temas relacionados con su ocupación favorita son para él siempre interesantes. Y, en general, debemos respetar los hobbies de nuestra pareja, aunque no sintamos ninguna atracción hacia ellos.

Así pues, para que la conversación sea más agradable para el otro, tenemos que tratar de abarcar también los temas que le interesan. Si el tema de discusión le interesa, tomará la iniciativa y comenzará a relatar algo, a analizar... y no quedará sino alimentar ese diálogo, escuchando sin interrumpir y respondiendo cuando sea el caso; pero, para que la discusión sea de interés para los dos, cada uno debe estar al día en los intereses del otro. En el caso de los esposos, entre los cuales existe la mayor cercanía posible, esto es simplemente indispensable

A propósito: manifestando nuestro sincero interés en la comunicación con el otro, encontramos muchas cosas importantes para nosotros mismos. Estos puntos de contacto pueden servir para establecer un hobby común, alguna actividad interesante para todos los miembros de la familia. Puede tratarse, por ejemplo, de organizar algún viaje juntos al campo (o alguna peregrinación), o de practicar algún deporte, o de hacer alguna excursión en bicicleta, etc.

En lo personal, a mi esposa y a mí nos gusta mucho salir a pasear en bicicleta con nuestros hijos, recoger hongos comestibles o cortar frutas silvestres... En invierno, organizamos algún “paseo social”: vamos juntos al teatro, a los museos, o a visitar alguna exposición de arte. Para las mujeres, estas actividades culturales son muy importantes, también como una forma de descanso de las tareas domésticas. Y si tenemos con quién dejar a los niños, es necesario salir alguna vez sin ellos.

La comunicación y el romanticismo son importantes, no sólo en el período de cortejo o durante la “luna de miel”, sino en todos los años de la vida conyugal, porque conquistar el corazón del otro y llegar al matrimonio es mucho más fácil que conservar los sentimientos de amor y atracción recíproca a lo largo del tiempo.

(Traducido de: Pr. Pavel Gumerov, Conflictele familiale: prevenire și rezolvare, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2013, pp. 103-104)