Palabras de espiritualidad

La conciencia, pensamiento de Dios en el hombre

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

En la conciencia, lo humano se une a lo divino. Ella pertenece tanto a Dios como al hombre. Por medio suyo, el hombre se halla en relación ontológica-dialógica con Dios.

La conciencia es el pensamiento de Dios sembrado en el hombre, como un ascua encendida y luminosa. La conciencia ilumina por completo la mente y la obliga a distinguir entre bien y mal.

En la conciencia, lo humano se une a lo divino. Ella pertenece tanto a Dios como al hombre. Por medio suyo, el hombre se halla en relación ontológica-dialógica con Dios. Es la faz del hombre vuelta hacia el Sol de la existencia. Es el pensamiento de Dios, pero “plantado” en el hombre y por medio suyo se aferra a él. Por medio suyo, el hombre habla consigo mismo, encontrándose con Dios, respondiéndole a Dios.

Por medio de los mandamientos y reprimendas —de carácter absoluto— de la conciencia, hablan también los mandamientos y reprimendas de Dios. El hombre es un polo de Dios.

Sin la mente o la razón, la conciencia no puede obrar, y viceversa. Por eso, la mente o la razón del hombre es también luminosa y ferviente, porque tiene en sí misma el incansable deseo de conocer no sólo una verdad indiferente, sino la verdad como bien, como eso que puede hacerla feliz, hacerla buena.

(Traducido de: Părintele Dumitru Stăniloae, nota 1053 la Avva Dorotei, Diferite învățături de suflet folositoare, traducere, introducere şi note de Pr. Prof. Dumitru Stăniloae, în „Filocalia”, vol. IX, Editura Institutului Biblic și de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucureşti, 1980, p.507)

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