La cruz del Santo Apóstol Andrés
La cruz con forma de “X” era un instrumento de muerte y suplicio muy terrible, provocando dolores y sufrimientos aún peores que los causados por la cruz tradicional.
El Santo Apóstol Andrés fue martirizado en una cruz con forma de “X”, en Patras, cerca de Corinto. La cruz con forma de “X” era un instrumento de muerte y suplicio muy terrible, provocando dolores y sufrimientos aún peores que los causados por la cruz tradicional. La razón de esto es que el condenado era crucificado con las piernas abiertas, de manera que no pudiera apoyar su cuerpo sobre ellas, y prácticamente todo el peso corporal era sostenido por las manos atravesadas.
Esta cruz se convirtió en una de las más preciadas reliquias de la Iglesia Ortodoxa. Actualmente, la cruz de San Andrés se halla, junto con la cabeza del santo, en la Catedral del Santo Apóstol Andrés de la ciudad griega de Patras. Sin embargo, la cruz de San Andrés no siempre estuvo en ese lugar.
Se cree que, posteriormente al martirio del santo, la cruz permaneció en Patras hasta el siglo XIII. A partir de esa centuria, muchas reliquias fueron sustraídas de Grecia y llevadas a distintos lugares en occidente, entre ellas la cruz de San Andrés.
Aproximadamente en 1250, la cruz de San Andrés se hallaba en la Abadía de San Víctor de Marsella. Cuando, en 1789, la Revolución Francesa tuvo lugar, la reliquia fue arrojada al fuego, pero un sacerdote católico logró recuperar una parte de ella.
El 18 de enero de 1980, la cruz de San Andrés fue devuelta a la Iglesia Ortodoxa, y al día siguiente fue instalada en la Catedral de Patras. Estudios posteriores realizados a la reliquia confirmaron lo dicho por San Hipólito el Romano y el historiador Esteban Thomopoulos, demostrando que se trata de un fragmento de madera de olivo, datado en el siglo I d. C.
En 2013, la cruz de San Andrés fue llevada en procesión por distintas ciudades de Rusia, con ocasión de las celebraciones de los 1025 años de la cristianización de aquel país.