La inconstancia del corazón
Mientras vivas estarás sometido a los cambios, aún sin tu voluntad; algunas veces estarás triste, otras contento; algunas te sentirás confundido, otras lleno de devoción.
Hijo, no confíes en tu corazón, porque hoy se inclina hacia un lado, y más tarde hacia otro.
Mientras vivas estarás sometido a los cambios, aún sin tu voluntad; algunas veces estarás triste, otras contento; algunas te sentirás confundido, otras lleno de devoción. Habrá momentos en los que te sentirás como un pozo seco, otras veces lleno de energía, para experimentar después una profunda dejadez. Algunas veces te sentirás serio y pesado, otras ligero y vacío.
Pero esto no le ocurre al sabio y experimentado en el camino del espíritu. Él se halla más alto que todo cambio, sin distraerse por lo que se mueve en su corazón, ni por la dirección del viento de la inconstancia. Al contrario, busca siempre el mismo objetivo: Dios. Así, aún en medio de todo el ruido del mundo, dirigiendo sus anhelos hacia Dios, permanece incólume e inmutable.
(Traducido de: Urmarea lui Hristos, cap. XXXIII, Editura Buna Vestire - 1998, p.165-166)