La enfermedad que no es de muerte
Sucede a veces que, para conocer la gloria y la obra de Dios, ciertos sufrimientos les son enviados a algunas personas.
Sucede a veces que, para conocer la gloria y la obra de Dios, ciertos sufrimientos les son enviados a algunas personas.
Esto lo sabemos a partir de la autoridad de la Escritura, de acuerdo a las palabras del Evangelio: “Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios”. Y, nuevamente: “Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.”.
Pero también hay otras clases de correctivos, con los que siguen siendo castigados aquellos que demuestran una exagerada maldad, como en los casos de Coré, Datán y Abirón, o especialmente con esos de quienes el Apóstol dice: “A ellos Dios los entregó a los reprochables sufrimientos y a los estados dignos de condena”, castigo que debe ser considerado el peor de todos.
(Traducido de: Sfântul Ioan Casian, Convorbiri duhovniceşti, Partea I, Convorbire cu părintele Teodor, Cap. XI, 4-5, în PSB, vol. 57, p. 407)