Palabras de espiritualidad

La entrega recíproca entre esposos

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Tanto el esposo como la esposa deben ofrecerse mutuamente lo mejor de sí mismos.

A medida que, con el paso del tiempo, el ajetreo y las preocupaciones cotidianas hacen desaparecer el encanto inicial de la belleza física, debe brillar cada vez más la belleza del alma, sustituyendo el poder de atracción perdido. La esposa debe esmerarse siempre, ante todo, en agradar a su esposo, no a otra persona. Cuando están a solas, debe mostrarse aún más hermosa, y no ser indiferente en lo que respecta a su propio aspecto solo porque nadie más la ve.

En lugar de parecer vivaz y encantadora en sociedad, pero presa de la melancolía y el silencio cuando todos se van, la esposa debe procurar mantenerse alegre incluso cuando se quede sola con su marido en la serenidad del hogar. Tanto el esposo como la esposa deben ofrecerse mutuamente lo mejor de sí mismos. 

(Traducido de: Cum să întemeiem o familie ortodoxă, Editura Sophia, București, 2011, p. 96)