La familia: la mejor escuela de vida y del amor
La familia conlleva una enorme responsabilidad, porque requiere de mucho esfuerzo y atención. En la familia, la alegría se mezcla con las aflicciones y con las pruebas. Por eso es necesaria mucha atención y sabiduría. Y es que la familia es la escuela del amor.
El Santo Apóstol Pablo llama a la familia “iglesia doméstica”, en la que vive una sola fe, un sólo espíritu, una sola norma de vida. En la familia, como en la Iglesia, debe existir una jerarquía estricta. La familia es un oasis en el desierto del mundo, en donde el hombre —viajero en los caminos de la vida— recibe descanso y alegría, almacenando energías para el viaje futuro que habrá de emprender. La familia conlleva una enorme responsabilidad, porque requiere de mucho esfuerzo y atención. En la familia, la alegría se mezcla con las aflicciones y con las pruebas. Por eso es necesaria mucha atención y sabiduría. Y es que la familia es la escuela del amor.
(Traducido de: Arhimandrit Rafail Karelin, Învățături despre taina căsătoriei, traducere din limba rusă de Corina-Alexandra Toader, Editura Sophia, București, 2013, p. 12)