La fe trabaja con la mente para librarnos de las pasiones
Con el auxilio de la fe, la mente se ve libre de la prisión de este mundo, a donde fue empujada por el pecado, y entra en un mundo nuevo, en donde respira una atmósfera excepcional.
Por medio de la fe, la mente, que antes estaba dispersa entre las pasiones, se ve liberada de los sentidos y entregada pacífica y humildemente al pensamiento. Cuando vive en el mundo sensorial, la mente está enferma. Con el auxilio de la fe, la mente se ve libre de la prisión de este mundo, a donde fue empujada por el pecado, y entra en un mundo nuevo, en donde respira una atmósfera excepcional. El “sueño de la mente” es tan peligroso como la muerte; por eso, es esencial despertar nuestra mente por medio de la fe para que empiece a actuar, porque esa acción le ayuda al hombre a vencer y apartar todas las pasiones.
(Traducido de: Părintele Iustin Popovici, Credința Ortodoxă și viața în Hristos, Traducere de prof. Paul Bălan, Editura Bunavestire, Galați, 2003, p. 55)