Palabras de espiritualidad

La fe y el rol de la Gracia en la vida del hombre

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

La fe no es una simple adhesión intelectual a la doctrina cristiana sobre Dios, sino que es un modo de vida sostenido por la Gracia.

“La fe es una fuerza unificadora que realiza el vínculo perfecto, directo y más allá de nuestra naturaleza, del creyente con Dios, en Quien cree” (San Máximo el Confesor).

Así las cosas, la fe presupone la apertura del hombre, por medio del poder de la Gracia, al diálogo amoroso con Dios. El acto de fe, por su parte, involucra al hombre entero, con todo su cuerpo y toda su alma. La fe no es una simple adhesión intelectual a la doctrina cristiana sobre Dios, sino que es un modo de vida sostenido por la Gracia. De hecho, es la respuesta agradecida del hombre al amoroso llamado de Dios, Quien nos amó primero y se nos reveló. La fe se basa, así, en la aceptación de las promesas de Dios, Quien se nos revela a través de Cristo, y en la realización de Sus mandamientos en nuestra vida.

La fe utiliza las fuerzas de la razón, y le revela al hombre los misterios y las realidades espirituales y divinas que son superiores a la mente. Con esto, la fe le ofrece al hombre un nuevo horizonte en el conocimiento de Dios y del mundo creado por Él. Por medio de “la fe que obra con el amor” (Gálatas 5, 6), el hombre se encuentra con Dios —Quien está más allá de todo lo que existe—, se une amorosa y comprensivamente con Él, y deviene él mismo en templo santificado de Dios, y en centro de emanación del amor entre semejantes.

(Traducido de: Ieromonahul Adrian Făgețeanu, Ieromonahul Mihail StanciuDe ce caută omul contemporan semne, minuni și vindecări paranormale? Un răspuns ortodox, Editura Sophia, București, 2004, pp. 6)