La forma de obrar de Dios para llevar a los hombres a la humildad
Dios ha obrado un sinfín de milagros, con tal de humillar a los orgullosos y enaltecer a los humildes.
No nos engañemos: Dios no obra milagros con los ricos ni con los pobres, sino con los justos. Dios está al lado de quienes, habiéndose arrepentido, se humillan ante Él.
«Cuando el Señor vio que se habían humillado, dijo a Semaías: “Se han humillado, no los destruiré; pronto verán Mi liberación; no descargaré Mi ira contra Jerusalén por medio de Sesac”». (II Crónicas 12, 7), le dijo el Señor a la autoridad de Jerusalén, cuando Sesac los atacó.
Dios se opone a los orgullosos, tal como los orgullosos se oponen a Dios. Al contrario, a quienes son humildes les da la Gracia, porque tienen el espíritu de la humildad. Dios ha obrado un sinfín de milagros, con tal de humillar a los orgullosos y enaltecer a los humildes.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, 105 capete despre minuni, traducere de Preot Victor Manolache, Editura Egumeniţa, Galaţi, 2011, pp. 20-21)