La fuerza de la fe y el auxilio los santos de Dios
“Señora profesora, mi mamá fue sanada de un cáncer en fase terminal por San Nectario y San Juan el Ruso”.
Un día cualquiera, una alumna mía del instituto, de nombre Cristina P., me contó lo siguiente: “Señora profesora, mi mamá fue sanada de un cáncer en fase terminal por San Nectario y San Juan el Ruso”.
Le pedí, entonces, que nos relatara todo. Y nos contó que su mamá, hallándose en tal estado, casi sin ninguna esperanza de sobrevivir por parte de los médicos, una noche soñó a San Nectario y a San Juan el Ruso, quienes se le presentaron y le prometieron que la iban a curar. En esos años, la hija mayor de la familia trabajaba en Grecia. Conocedora de los milagros realizados por San Nectario y San Juan el Ruso, al enterarse del sueño de su madre decidió hacer una pequeña peregrinación a las islas de Egina y Eubea, respectivamente, para venerar las reliquias de ambos santos.
Allí oró con fervor por la salud de su madre y tomó un poco de aceite de las lamparillas que alumbran las santas reliquias. Con ese mismo aceite ungió a su mamá, orando con mucha esperanza en el poder de Dios que obra a través de Sus santos. Y así fue como el milagro no se hizo esperar.
(Traducido de: Sfântul Nectarie minuni în România, ediție îngrijită de Ciprian Voicilă, Editura Egumenița, 2010, pp. 290-291)