Palabras de espiritualidad

La fuerza de un buen pensamiento

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Los buenos pensamientos bloquean y paralizan a los malos pensamientos que están listos para “despegar” de los “aeropuertos” del maligno.

Un buen pensamiento tiene la misma fuerza que una vigilia de varias horas. ¡Sí, estamos hablando de una fuerza descomunal! Tal como, hoy en día, existen armas que, valiéndose de un láser, pueden bloquear el lanzamiento de un cohete en su misma base, así también los buenos pensamientos bloquean y paralizan a los malos pensamientos que están listos para “despegar” de los “aeropuertos” del maligno. Por eso, tratemos de plantar solo buenos pensamientos en nuestra mente, antes de que se entrometa el demonio y empiece a sembrarnos ideas impuras; hagamos, pues, de nuestro corazón un jardín florido, para que nuestra oración se eleve acompañada del dulce perfume espiritual que emana de nuestro interior.

(...) Un pensamiento puro y bueno tiene un poder más grande que cualquier sacrificio. Si un joven cualquiera, por ejemplo, es atacado por el maligno con pensamientos impuros, empezará a hacer vigilias, a medirse en el sueño y la comida, y a ayunar durante tres días seguidos, solamente para librarse de aquellas ideas. No obstante, basta con un solo pensamiento puro (para vencer), porque un pensamiento impoluto tiene una fuerza mayor que las vigilias y el ayuno. Es, sin lugar a dudas, un auxilio mucho más eficiente.

(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie AghioritulCuvinte duhovnicești. Volumul III. Nevoință duhovnicească, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 18-19)