La gracia recibida en la boda debe guardarse con cuidado
La gracia recibida debe ser guardada con cuidado y multiplicada con devoción para cumplir los mandamientos de Dios. Es importantísimo que los esposos hagan exactamente lo mismo para obtenerla: esforzarse en cumplir los mandamientos de Dios. De lo contrario, se arriesgan a perderla, lo que los dejaría vulnerables ante el pecado.
La unión entre esposos recibe la bendición de Dios, por medio del Sacramento del Matrimonio. Cumpliendo con este Misterio, la Iglesia le pide al Señor que mantenga la paz y el entendimiento entre los que se casan, que los libre de tentaciones, que los ayude a procrear sus hijos. La boda religiosa se diferencia de la civil (jurídica), porque la primera está llena de la gracia de Dios.
La gracia recibida debe ser guardada con cuidado y multiplicada con devoción para cumplir los mandamientos de Dios. Es importantísimo que los esposos hagan exactamente lo mismo para obtenerla: esforzarse en cumplir los mandamientos de Dios. De lo contrario, se arriesgan a perderla, lo que los dejaría vulnerables ante el pecado. Para los cristianos, vivir juntos, sin casarse antes, es un pecado.
(Traducido de. K. V. Zorin, Păcatele părinţilor şi bolile copiilor, traducere din limba rusă de Adrian şi Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, Bucureşti, 2007, p. 51)