La humildad de Cristo
Cuando estaba por morir, le pregunté: “Padre, ¿desea morir?”. Como respuesta, me dijo estas palabras: “Aún no he alcanzado la humildad...”
¿Qué se le concedió ver a Siluano? La diferencia entre el entendimiento ascético de la humildad y la humildad de Cristo. La comprensión ascética de la humildad, “Yo soy el más malo de todos”, la encontramos también en los Padres. Sin embargo, de la humildad de Cristo, propia del Mismo Dios, como atributo divino, solamente Siluano habla. En ningún otro sitio he encontrado semejante descripción. “Y otra”, dice, “e inefable, es la humildad del Señor”. Y, cuando estaba por morir, le pregunté: “Padre, ¿desea morir?”. Como respuesta, me dijo estas palabras: “Aún no he alcanzado la humildad...”.
(Traducido de. Arhimandritul Sofronie, Cuvântări duhovnicești Vol. I, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2004, p. 201)