La importancia de la determinación en la vida del cristiano
Solamente Dios sabe quiénes somos justos y quiénes somos pecadores. El mundo no está dividido en justos y pecadores, en buenos y malos, en cultos e incultos, en ricos y pobres. El mundo se divide entre los que quieren y los que no quieren.
Estar a la derecha o a la izquierda de Dios depende de nosotros. Porque, si enmendamos nuestra vida, tenemos la posibilidad de situarnos a la izquierda o a la derecha de Dios, donde queramos nosotros. Pero ¿cómo? ¡Queriéndolo!
Siempre he dicho que en la Iglesia no hay justos y pecadores, sino que están los que quieren estar. Y es que solamente Dios sabe quiénes somos justos y quiénes somos pecadores. El mundo no está dividido en justos y pecadores, en buenos y malos, en cultos e incultos, en ricos y pobres. El mundo se divide entre los que quieren y los que no quieren.
¡Ustedes, estando en la Iglesia, es porque quieren! Si son justos o pecadores, eso no lo sé. Pero son personas que quieren. ¿Qué quieren? La salvación del alma. Puede que no lo quieran como es debido, puede que no lo quieran lo suficiente, pero quieren.
(Traducido de: Preotul Nicolae Tănase, Să nu-L răstignim iarăși pe Hristos, Editura Agaton, Făgăraș, 2011, p. 128)