La importancia de la oración
Solo entonces nuestra oración será religión en acción y movimiento, y de ella, como de un manantial, brotará todo lo que es bueno y santo.
Es un gran error considerar la oración como algo sin importancia, algo que no tiene sentido dedicarle tanto tiempo y que puede ser practicado deprisa, solo por hacerlo. La obligación de la oración se siente, pero solemos desconsiderar el modo en que la practicamos, y se nos olvida el hecho de que la oración, así, se transforma en pecado. Esforcémonos en empezar siempre nuestra oración como la primera y más importante cosa de la vida. Solo entonces nuestra oración será religión en acción y movimiento, y de ella, como de un manantial, brotará todo lo que es bueno y santo.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Sfaturi înțelepte, Editura Egumenița, Galați, p. 13)