Palabras de espiritualidad

La incredulidad de Tomás y la nuestra

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Quedan solamente las palabras de Tomás, que expresan las dudas de todos: “Si no veo en Sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en Su costado, no creeré”.

Aquel que poco antes era reacio a creer en Cristo, en un breve lapso cambió radicalmente de parecer. Habían pasado solamente ocho días, cuando los obstáculos de la incredulidad fueron destruidos por Cristo, cuando le enseñó las heridas causadas por los clavos y también la de Su costado.

Los discípulos no estaban libres de dudas, aunque habían visto al Señor. Ellos no podían creer que se tratara de Aquel que había estado antes con ellos, con Quien habían convivido y a Quien habían visto crucificado, sino que era un espíritu que había tomado la apariencia de nuestro Señor e imitaba lo que conocían de Él. Habían caído en ese engaño, pero no sin motivo, porque lo habían visto entrar estando las puertas cerradas con llave.

Nuestro Señor le mostró a Tomás Su costado y las heridas que tenía, también para servirnos a todos de ejemplo y para que confiáramos en Él. Quedan solamente las palabras de Tomás, que expresan las dudas de todos: “Si no veo en Sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en Su costado, no creeré”.

(Traducido de: Sfântul Chiril al Alexandriei, Comentariu la Evanghelia Sfântului Ioan, traducere, introducere şi note de Pr. Prof. Dumitru Stăniloae, în „Părinți și Scriitori Bisericești”, vol. 41, Editura Institutului Biblic și de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucureşti, 2000, pp.808-809)