Palabras de espiritualidad

La lucha entre dos fuerzas por hacerse con el alma del hombre

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El mal embiste fuertemente al hombre y lo conmina a hacer su voluntad, en tanto que el bien lo atrae con su belleza moral.

Sobre el hombre actúan, todo el tiempo, dos fuerzas invisibles: una buena y una mala. Por un lado, el poder de Dios, la fuerza de la Gracia, y, por el otro, el poder del demonio, una fuerza astuta y perversa. En este mundo, el hombre se halla entre dos fuegos, de los cuales uno es vivificador, y del cual dice el Señor: “He venido a traer fuego a la tierra” (Lucas 12, 49), y el otro es un fuego que quema y destruye. El hombre, así, debe hacer todo lo necesario para encender en su interior el fuego divino, el fuego de la fe y del amor a Dios y al prójimo.

El hombre perdió su dignidad divina original, la justicia, la santidad, la bondad, y la mansedumbre primigenia, y llenó su alma con toda clase de pecados. Entonces, si no tienes pureza en tu corazón, debes hacer todo lo posible por alcanzarla. Si no tienes compasión para con tu hermano que sufre por causa de la necesidad, la pobreza o la enfermedad, transfórmate y sé compasivo. Si no tienes devoción para orar al Señor, si no tienes el gusto espiritual por la oración, si te falta el oído espiritual para escuchar Su Palabra… ¡Transfórmate! Haz que tu espíritu crezca, al igual que tu gusto y tu oído espiritual, para que puedas escuchar con amor la Palabra de Dios, y para que puedas percibir la dulzura de la oración y la dulzura de las buenas obras. El mal embiste fuertemente al hombre y lo conmina a hacer su voluntad, en tanto que el bien lo atrae con su belleza moral. En verdad, el bien nos atrae con la promesa de la vida eterna y la recompensa de la victoria en contra de las pasiones: “Al vencedor lo sentaré junto a Mí en Mi trono” (Apocalipsis 3,21).

(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Spicul Viu – Gânduri despre calea mântuitoare, ediţia a II-a, revizuită, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, Bucureşti, 2009, pp. 81-82)