La lucha por ganar la verdadera libertad
Para cualquier héroe, libertad significa lucha. Es un privilegio de los que viven en la gracia y en la virtud. Sólo el que vive en ellas es realmente libre.
Para cualquier héroe, libertad significa lucha.
Es un privilegio de los que viven en la gracia y en la virtud. Sólo el que vive en ellas es realmente libre. La adolescencia misma es un continuo avance hacia la libertad. No obstante, muchos son los problemas de vida íntima que debe afrontar el jóven de esta edad, problemas que tienden a abrumarlo. ¿Acaso se dejará atrapar por los desordenados deseos del cuerpo?¿Cederá ante las tentaciones que tratan de derribarlo, arrojándolo al abismo?¿Aceptará el dominio de sus arranques instintivos? ¿Puede justificarse con la presunción de que él hace lo que quiere? En ningún caso, porque libre no es el que hace lo que quiere, sino únicamente aquel que sabe dominarse a sí mismo. ¿Quién puede afirmar que el tren está vacío, saltando desde los rieles? Lo mismo sucede con el adolescente: tiene sus propias líneas directrices, las cuales, luchando, le llevan a la victoria. El dominio de sí mismo es el camino dorado del heroísmo adolescente. Especialmente, porque el objetivo de vida queda asegurado, así como decíamos, por el mismo Señor Jesucristo.
(Traducido de: Pr. Prof. Ilie Moldovan, Adolescența, preludiu la poemul iubirii curate, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2005, p.2)