La mejor obra de los Santos Padres fue su forma de vida
¿Hacemos nosotros lo mismo que los Santos Padres? Nosotros tenemos a la mano los libros que ellos nos legaron, pero nuestra vida es una negación de la forma de vida que ellos cultivaron.
El anciano Joel, quien escribía y leía mucho, insistía en que la lectura debe ser acompañada por la ascesis: “Si lees a los Santos Padres, verás cómo acentúan muchos aspectos y tienen puntos de vista particulares, a veces diferentes entre sí. Por ejemplo, uno interpreta determinado pasaje de la Biblia de una manera, y otro lo hace de forma distinta. Pero si hay un punto en el que todos coinciden, ese es el de la ascesis. En verdad, en este aspecto hay un consenso general. Todos subrayan la importancia del ayuno, las vigilias, la pobreza voluntaria, la mortificación del cuerpo y el trabajo, en general”. Y agrega: “Nosotros solemos enfocarnos en lo que ellos escribieron, y no en su forma de vida. Pero lo mejor sería, en vez de estudiar minuciosamente su obra, imitar su forma de vida. Los Santos Padres oraban mucho, velaban mucho, ayunaban mucho, amaban la pobreza y la sencillez, odiaban el espíritu del mundo, combatían el error, rechazaban las comodidades de la vida, huían de los honores, la gloria y los reconocimientos, y amaban el martirio. ¿Hacemos nosotros lo mismo? Nosotros tenemos a la mano los libros de los Padres, pero nuestra vida es una negación de la forma de vida de ellos. ¡Los textos de los Santos Padres son vida y no simple literatura!”.
(Traducido de: Î.P.S. Andrei Andreicuţ, Mai putem trăi frumos?, Editura Renaşterea, Cluj-Napoca, 2012, p. 119)