“Una mente fantasiosa es incapaz de hacer teología. Esto ocurre por dos motivos. El primero, porque la teología es una ciencia experimental y no un fruto de la razón, la imaginación y la fantasía. Esta última, a propósito, es un elemento que surgió después de la caída. El segundo, porque Dios es mucho más que la razón, es inabarcable, es insondable, es no-creado, es eterno, y no lo podemos entender con nuestra simple razón. Dios se nos revela, por eso es necesario tener un alma pura. Luego, aquel que tiene la mente llena de figuraciones y fantasías es incapaz de hacer teología”.

(Traducido de Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul Vlasie, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de Pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București; Editura Cartea Ortodoxă, Alexandria, 2011, p. 296)