La obediencia a Dios con la oración
En la medida en que avances en la oración, podrás escuchar a Dios hablándote. Es decir, oirás lo que Dios te dice, no por medio de la inspiración, sino a través del mismísimo hecho que te dedicas a Dios, leyendo los Santos Evangelios.
¿Cómo debemos escuchar a Dios en la oración?
En la medida en que avances en la oración, podrás escuchar a Dios hablándote. Es decir, oirás lo que Dios te dice, no por medio de la inspiración, sino a través del mismísimo hecho que te estás dedicando a Él, leyendo los Santos Evangelios. Después de una vida de oración, te gozarás en las palabras del Evangelio y experimentarás pensamientos distintos a los que tenías muchos años antes. Yo me siento muy impresionado por el Evangelio, como fuente de alegría y esperanza. Cuando pienso que el primer heredero del Paraíso fue un ladrón, me convenzo que todos los hombres pueden llegar al bien y así deben hacerlo. Esto no se puede entender al leer el Evangelio por primera vez, sino sólo cuando lo has hecho ya varias veces, después de orar y después de que tu mente ha recibido esa luz. Entonces, se te revelarán algunos misterios que viven en el Evangelio y que, al leerlos por primera vez, no los habías observado.
(Traducido de: Părintele Teofil Părăian, Rugăciunea pelrin către cer, Editura Doxologia, Iași, 2013, pp. 58-59)