La obediencia hace brotar la humildad
Esfuérzate en vivir cercenando tu propia voluntad y pensamientos, tal como nos lo enseñan los Santos Padres; luego, entendiendo esas enseñanzas, afánate en hacerlas realidad en tu vida.
Esfuérzate en vivir cercenando tu propia voluntad y pensamientos, tal como nos lo enseñan los Santos Padres; luego, entendiendo esas enseñanzas, afánate en hacerlas realidad en tu vida. Pero, atención, que esto hay que hacerlo correctamente. Esta es la siembra, y luego podrás esperar el fruto, que es la humildad.
La obediencia hace brotar la humildad, como dice San Juan Climaco. Con todo, debes saber que los enemigos de nuestra salvación odian a quienes son mansos y se esfuerzan en hacerlos volver por otro camino. Se desviven por destruir los frutos de esa obediencia o alejarnos de cualquier forma de docilidad.
Si en tu interior sientes algo así, no tardes en descubrirlo y reprender las artimañas del maligno. Si las reprendes, desaparecerán, le dice San Juan Casiano al higúmeno Leontino.
(Traducido de: Starețul Macarie de la Optina, Editura Doxologia, 2012, p. 120)