La oración como vínculo vital entre las almas
La oración hace que el alma se vuelva sensible ante el sufrimiento y el dolor de los demás.
La oración une las almas entre sí. La oración hace que el alma se vuelva sensible ante el sufrimiento y el dolor de los demás. Si no tienes oración o es muy poca la que practicas, no podrás llegar al corazón del otro y conocerlo. Porque solamente la oración te puede ayudar, de forma prodigiosa, a conocer el misterio del otro. Recordemos el caso de San Serafín de Sarov, quien, aún estando muy lejos de los suyos, cuando oraba recibía noticias de ellos.
Ama y ora con fervor por los que ya no están entre nosotros. Esta es una forma muy elevada del amor que no espera recompensa alguna. Lo mismo hacía el padre Sergio Shevich, como los demás justos de Dios.
En lo que respecta a los vivos, como dije antes, solamente por medio de la oración podemos llegar a amarlos sin egoísmo, en Dios, trabajando con Él y para Él, y no por nosotros y para nosotros.
Para concluir, el padre Sergio decía que “la oración es la madre de todos los frutos del amor”.
(Traducido de: Jean-Claude Larchet, Ține candela inimii aprinsă. Învățătura Părintelui Serghie, Editura Sophia, pp. 99-100)