La oración con la mente y su práctica
Debemos permanecer de pie durante los oficios litúrgicos, y con atención y dedicación al cumplir con nuestra regla de oraciones.
¿Cómo comportarnos durante la Liturgia?
Fortalezcamos nuestra fe en este Sacramento, renovemos nuestro temor de Dios, llenémonos de la esperanza de salvación, manteniendo al Señor ante nuestros ojos, “Quien quiere que todos los hombres se salven” (1 Timoteo 2, 4), llamándonos a todos, tanto al intransigente como al piadoso. Debemos buscar esos sentimientos y pedirle al Señor que nos los conceda. El enemigo nos incita a huir de la Iglesia, según él, para que oremos con mayor fervor en nuestra celda... ¿Y qué es lo que pasa? Que nos perdemos la Divina Liturgia y tampoco conseguimos orar en nuestro encierro. Debemos permanecer de pie durante los oficios litúrgicos, y con atención y dedicación al cumplir con nuestra regla de oraciones. En lo que respecta a la oración mental, hagámosla en casa. Aunque también durante los oficios litúrgicos deberíamos practicar la oración con la mente. Todo el contenido de estos es inteligible. Escúchalo con atención, entendiendo y sintiendo lo que se dice, se lee y se canta, que también esto es orar con la mente.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Rugăciunea, Editura Cartea Ortodoxă, p. 18)