Palabras de espiritualidad

La oración de San Teófano el Recluso para recibir la Gracia

    • Foto: Flavius Popa

      Foto: Flavius Popa

Si derramas sobre mí Tu bondad, me salvaré. Confío en que todo esto es posible para Ti. Sé que te has apiadado y que salvas a todos los que regresan a Ti con todas sus fuerzas.”

“Ten piedad de mí, oh Dios, por Tu inmensa misericordia y por Tu gran compasión borra mi falta, porque si te apiadas de mí, librándome de la miserable enfermedad de las pasiones, volveré a obedecer Tu bondad. Si eres compasivo conmigo, me librarás. Si derramas sobre mí Tu bondad, me salvaré. Confío en que todo esto es posible para Ti. Sé que te has apiadado y que salvas a todos los que regresan a Ti con todas sus fuerzas.

Confieso que también yo me he beneficiado muchas veces de Tu don, pero después, apartándome, he pecado como nadie más lo ha hecho ante Ti. Tú, sin embargo, siendo Aquel que ha resucitado muertos, álzame de la muerte del pecado. Tú, que has sanado a los ciegos, ilumina los oscurecidos ojos de mi corazón. Tú, que libraste de las fauces de la víbora a Adán, sácame del fango de mis iniquidades, porque también yo soy una de Tus ovejas, a pesar de que voluntariamente me he hecho presa de los leones. Mis pecados me han convertido en un perro, pero, sanado por Tu Gracia, volveré a vivir. ¡Estaba muerto, pero, si Tú quieres, volveré a vivir!”.

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Psaltire sau cugetări evlavioase și rugăciuni scoase din facerile Sfântului Efrem Sirul și așezate după rânduiala Psalmilor lui David, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, pp. 81-8