La oración nos alza hasta el Cielo
“¡Oh, Paraíso, cierto es que podemos alcanzarte, pero también lo es que no podemos entenderte!”.
¿Cómo es posible que la oración sea “una peregrinación al Cielo”? Con la oración estamos familiarizados de alguna manera; sin embargo, los otros términos exigen ser explicados. ¿Qué es el Cielo? En alguna parte encontré que San Juan Crisóstomo dijo: “Nosotros sabemos qué es el Cielo, pero no sabemos qué es el Cielo”. En una de sus homilías sobre el Paraíso, el conocido sacerdote griego Elías Miniat (1669-1714), un gran predicador, insistía: “¡Oh, Paraíso, cierto es que podemos alcanzarte, pero también lo es que no podemos entenderte!”.
Es una afirmación completamente acertada, porque no podemos entender las cosas que están más allá de nuestra capacidad de comprensión, sino en la medida en que ellas nos son reveladas; y, aun siéndonos reveladas, seguirán siendo desconocidas para nosotros, porque nos resulta muy difícil de entender aquello que no hemos aprendido por medio de nuestra propia experiencia.
(Traducido de: Părintele Teofil Părăian, Rugăciunea, pelerinaj către Cer, Editura Doxologia, Iași, 2013, pp. 7-8)