La oración que elevamos en la iglesia
Por eso es que a la iglesia debemos asistir con paz en el espíritu, porque nuestras oraciones no serán aceptadas si tenemos algo contra alguien o si hemos enfadado a nuestro semejante.
En lo que respecta a la oración en la iglesia, debemos saber que es mucho más elevada que la que hacemos en casa, porque nace de una congregación de personas, en cuyo marco probablemente haya muchas oraciones puras, brotadas de corazones humildes hacia Dios; y Él recibe esas plegarias —como un incienso agradable— junto a las nuestras, por muy insignificantes y débiles que estas nos parezcan. Por eso es que a la iglesia debemos asistir con paz en el espíritu, porque nuestras oraciones no serán aceptadas si tenemos algo contra alguien o si hemos enfadado a nuestro semejante.
(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Ne vorbesc stareții de la Optina, Editura Egumenița, p. 106)