Palabras de espiritualidad

La oración transforma la tristeza en alegría

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Mientras más te entregues al Espíritu de Dios, más dejarás de ver hacia atrás, intentando divisar al que quiere hacerte caer. Cuando te atrae la Gracia, te unes con Dios.

El alma debe regresar al amor a Dios. La sanación tiene lugar cuando amas a Dios con fervor. Muchos de nuestros santos transformaron su tristeza en alegría, por medio del amor a Cristo. Tomaban esa fuerza espiritual, que el demonio quería destruir, y se la ofrecían a Dios, convirtiéndola en gozo y felicidad. La oración y la adoración a Dios transforman poco a poco la tristeza y la tornan en alegría, porque quien obra es la Gracia de Dios. Aquí lo que importa es tener fuerzas, para que puedas aferrarte a la Gracia y así esta pueda ayudarte a unírtele a Él. Para esto se necesita de cierta destreza. Cuando te entregas a Dios y te haces uno con Él, te olvidas del espíritu maligno que te tiraba hacia abajo, y este, despreciado, se va. Luego, mientras más te entregues al Espíritu de Dios, más dejarás de ver hacia atrás, intentando divisar al que quiere hacerte caer. Cuando te atrae la Gracia, te unes con Dios. Y, cuando te unes con Dios y te entregas a Él, todo lo demás deja de importarte, lo olvidas y te salvas. Así, la clave, el gran secreto para librarte de la tristeza y de todo mal, es entregarte enteramente al amor de Dios.

(Traducido de: Ne vorbeşte părintele Porfirie – Viaţa şi cuvintele, Traducere din limba greacă de Ieromonah Evloghie Munteanu, Editura Egumeniţa, 2003,  p. 299)