La oración y la lucha contra los pensamientos perversos
Todo pensamiento bueno es transformado, por medio de la oración, en un pensamiento dirigido a Dios.
San Isaac el Sirio subraya el hecho de que la mente es protegida y guiada por la oración, de manera que todo pensamiento bueno es transformado, por medio de la oración, en un pensamiento dirigido a Dios. Pero la oración es también una lucha eterna, llamando a la acción a la persona entera. El hombre se crucifica a sí mismo en la oración, crucificando sus pasiones y los pensamientos de pecado que se aferran a su alma. La oración es “matar los pensamientos carnales de la vida carnal del hombre”.
(Traducido de: Parintele Iustin Popovici, Credința Ortodoxă și viața în Hristos, Traducere de prof. Paul Bălan, Editura Bunavestire, Galați, 2003, p. 57)