Palabras de espiritualidad

La paciencia en los más duros sufrimientos

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

“Durante nueve meses sufrí para venir a este mundo. ¿Es que son muchos otros nueve meses de dolor para partir de él?”. 

«Se dice el que conocido stárets Nicetas de Valaam († 1907) le temía mucho a una muerte repentina. Por tal razón, le pedía a Dios que antes de morir le enviara una enfermedad dura y prolongada, de manera que, según sus propias palabras, “por medio de una persistente paciencia pueda emblandecer al Justo Juez, Quien, si así lo quiere, la tomará en cuenta en vez de las virtudes que me faltan”. Otro venerable monje, yaciendo en su lecho de muerte, consolaba a sus amigos, diciéndoles: “Durante nueve meses sufrí para venir a este mundo. ¿Es que son muchos otros nueve meses de dolor para partir de él?”. Y, en verdad, la enfermedad antes de morir tiene una gran importancia. Ella es la responsable de que muchos pecadores alcanzaran la salvación.

Antes de morir, miles de pecadores han conocido a Dios y a sus propias almas, gracias a la enfermedad. Y, adquiriendo la conciencia de estas dos grandes realidades, mismas que habían dejado en el olvido durante toda su vida, se han arrepentido amargamente, llorando profusamente por el tiempo desperdiciado sin provecho alguno y también han comulgado. Así, purificados con sus lágrimas y con la Sangre de Cristo, se han hecho dignos de entrar en los luminosos aposentos celestiales. Entonces, está claro que la enfermedad antes de morir proviene de la misericordia de Dios. No importa si nuestros parientes y amigos sufren viéndonos padecer antes de partir de este mundo. También ellos obtendrán un provecho de esto. Por sus cuidados y su atención, el Creador de todos los recompensará por centuplicado. ¡Bendiciones para ti, y que la paz de Dios esté contigo!»

(Traducido de: Episcopul Nicolae Velimirovici, Răspunsuri la întrebări ale lumii de astăzi, vol. 1, Editura Sophia, Bucureşti, 2002,  pp. 117-118)