La pasión que te carcome la paz y la esperanza
La pasión de la tristeza le impide al hombre orar con la alegría de costumbre y acudir al medicamento de las lecturas santas.
La pasión de la tristeza le impide al hombre orar con la alegría de costumbre y acudir al medicamento de las lecturas santas. Además, lo induce a dejar de ser manso y sereno con sus semejantes, haciéndolo fatigoso e impaciente en todas sus obligaciones laborales o religiosas. Después de robarle el buen juicio y perturbale la paz del corazón, lo obliga a comportarse como un demente o un ebrio: lo derriba y lo arrastra a una dolorosa desesperación. Lo que la polilla es para la ropa y la carcoma para la madera, así es la tristeza para el corazón del hombre.
(Traducido de: Sfântul Ioan Casian, Viața și învățătura lui, Editura Trinitas, Iași, 2002, pp. 69-70)