La presencia de la Madre del Señor en nuestra vida
¿De dónde proviene la fuerza de las oraciones de la Madre del Señor y sus misericordias para con nosotros? Desde luego, de su amor de madre.
¿De dónde proviene la fuerza de las oraciones de la Madre del Señor y sus misericordias para con nosotros? Desde luego, de su amor de madre.
A partir de la vida de San Andrés “el loco por Cristo”, podemos ver que la Madre del Señor no se mantiene todo el tiempo en los Cielos, sino que por momentos abandona la felicidad de las sublimes moradas celestiales y desciende a la tierra, para consolarnos en nuestras aflicciones. Ella está aquí, acompañándonos en nuestros sufrimientos. Ella está ahí donde se derraman lágrimas de dolor. Ellá está ahí donde se le llama con fervor, implorando su auxilio en las tribulaciones y en las situaciones que parecen no tener salida. Ella está con aquellos que se encuentran a punto de caer al abismo.
(Traducido de: Sfântul Ierarh Serafim Sobolev, Făcătorul de minuni din Sofia, Predici, Editura Adormirea Maicii Domnului, București, 2007, pp. 179-180)