Palabras de espiritualidad

La primavera del alma

  • Foto: Benedict Both

    Foto: Benedict Both

Aseada e hidratada por las lluvias de la primavera, la tierra empieza a cubrirse de vegetación y flores.

Aseada e hidratada por las lluvias de la primavera, la tierra empieza a cubrirse de vegetación y flores. Todo lo que hay sobre ella adquiere un hermoso tono verde, y ofrece no solo sombra y resguardo, sino que también regala sus frutos al caminante.

Lo mismo sucede con el alma que es lavada por las lágrimas de contrición: se atavía conmpletamente con pensamientos y sentimientos puros, de los cuales, como flores fragantes, emanan diversos votos y actos llenos de belleza.

(Traducido de: Sfântul Inochentie al OdesseiÎnțelepciunea dumnezeiască și rosturile naturii, traducere de patriarhul Nicodim Munteanu, Editura Sophia, București, 2012, pp. 43-44)