Palabras de espiritualidad

La puerta del Cielo se mantiene abierta, aunque la desesperanza no nos deje verla

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

La puerta del Paraíso está abierta, hijito. Sólo debemos desear entrar en ella. Dios no obliga a nadie a hacerlo.

¿Qué es eso que llaman “desesperación” y “desesperanza”? Desesperanza, desesperación... ¡qué pecados tan grandes! No digas “no me salvaré, en vano rezo”. ¡No! Más bien, dí: “¿De dónde salen estos pensamientos? No. Con la ayuda de la Madrecita del Señor, me salvaré”.

La puerta del Paraíso está abierta, hijito. Sólo debemos desear entrar en ella. Dios no obliga a nadie a hacerlo. Cierto es que algunas veces “empuja” a alguno, le envía alguna enfermedad, alguna pena, pero “Dios ama al que da de buena fe”.

(Traducido de: Părintele Paisie Olaru, Părintele Paisie de la Sihla, Editura Bizantină, București, 1999, p. 77)