La recompensa por vencer el pecado
Translation and adaptation:
Nosotros, combatientes espirituales, debemos soportar primero muchas tentaciones y aflicciones.
La paz y la serenidad son una gran recompensa. Sin embargo, tal como los soldados son premiados de acuerdo al valor demostrado y la sangre derramada, también nosotros, combatientes espirituales, debemos soportar primero muchas tentaciones y aflicciones, llenos de humildad, acusándonos solo a nosotros mismos y no a los demás, sometiendo nuestras pasiones hasta verlas desaparecer —especialmente el orgullo, la vanidad, la ira, la irascibilidad, etc.—, hasta hacernos dignos de tan grande don, la paz espiritual.
(Traducido de: Sf. Macarie de la Optina, Ne vorbesc stareții de la Optina, Editura Egumenița, 143)
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