La representación de Dios en la mente del hombre
El “conocimiento espiritual” es uno que entra en relación con Dios como Persona de forma directa, por medio de Su Espíritu.
Es imposible que la mente piense en algo de aquello que está sometido a los sentidos, sin tener al menos una imagen de ello. Pero Dios está más allá de toda representación, incluso de esa facultad que concentra en sí misma las imágenes de las cosas o produce otras, de acuerdo a su semejanza (facultad imaginativa).
La mente recibe de todo pensamiento una forma limitada, conforme al pensamiento respectivo. Esta es una idea de la antigua filosofía griega. Luego, para tener el sentimiento del Dios infinito, la mente debe liberarse a sí misma de los límites que le dan las imágenes de las cosas finitas. Sólo así se puede presentarse ante Dios, dispuesta a que Él se imprima en ella.
El “conocimiento espiritual” es uno que entra en relación con Dios como Persona de forma directa, por medio de Su Espíritu. Dios se imprime en la mente, pero no por medio de formas limitadas, ideas o razonamientos, sino como presencia infinita. Él imprime en la mente el sentimiento de Su amor profundo y sin límites. Actuando, la mente es libre. Al representarse algo, lo hace de una forma que no es libre, sino por medio de los sentidos.
(Traducido de: Alexandru Prelipcean, Spiritualitate creștină și rigoare științifică: notele de subsol ale Filocaliei românești, II, Editura Doxologia, 2013, pp. 60-61)