Palabras de espiritualidad

La representación iconográfica de la bendición del Señor

  • Foto: Bogdan Zamfirescu

    Foto: Bogdan Zamfirescu

Cualquier bendición dada por el sacerdote o mostrada por los santos en los íconos, remite nuestra mente a nuestro Señor Jesucristo, porque de Él viene la bendición sobre todas las criaturas.

En todos los íconos bizantinos, la mano derecha del Señor aparece levantada en actitud de bendecir. Este gesto lo encontramos también en los sacerdotes ortodoxos, quienes, durante los oficios litúrgicos, bendicen a los fieles presentes, los objetos de culto que utilizan y los dones llevados para ser bendecidos.

La posición de los dedos de la mano derecha al bendecir no es casual, porque su propósito es formar el monograma de Jesucristo: IC XC. De esta manera, el dedo índice muestra la letra “iota”, es decir, “I”; el dedo medio, arqueándose, se asemeja a la letra “sigma”, es decir “C”; el anular, formando una cruz con el pulgar, forma la letra “ji”, es decir “X”; también arqueándose, el dedo meñique forma la letra “sigma”, es decir “C”.

Cualquier bendición dada por el sacerdote o mostrada por los santos en los íconos, remite nuestra mente a nuestro Señor Jesucristo, porque de Él viene la bendición sobre todas las criaturas. El mismo sacerdote da testimonio, en el marco de la Divina Liturgia, cuando bendice a los fieles congregados en la iglesia, que la bendición que otorga no le pertenece a él, sino a Dios: “¡La bendición del Señor y su misericordia desciendan sobre vosotros, por Su Gracia y Su amor a la humanidad!”.